Te soñé
caminando hacia mí,
solo con tus botas vaqueras
y tu sombrero tejano,
y un sutil vestido tableado,
muy por encima
de tus hermosas rodillas.
Con una mano sostenías
el sombrero para que el viento
arremolinado
no lo arroje lejos
y con la otra mano
tu bolso lleno de scribbles,
repletos de fantasías
inspiradoras,
musas interminables para mí.
Y tu vestido
de fina seda
tableado en la falda,
escotado en el torso
volaba caprichoso
por el viento arremolinado.
Debajo de eso
solo tenias tu sonrisa que me
enamora
y tu cabello revuelto de rulos
que solo lo contenía
mi tierna imaginación.
Alejandro Luna