No temas,
sucumbir ante la dicha,
que nos agobia,
con su risa,
que nos duele de alegria,
que nos empapa,
de lágrimas felices,
ahogándo nuestro corazon,
de éxtasis y euforia.
No, no temas,
entregarte de lleno,
a mis abrazos,
benefactores de cariño,
contenedores de emociones y alegrías.
No, no temas,
porque el temor arruina la
esperanza,
amarga la existencia,
apaga la luz de la
inocencia.
No, no temas,
entregarme tu corazón entero,
tus ojos bellos,
tu cabello ondulado,
que me enamora.
en nuestras épocas juveniles.
No temas seguir enamorada,
aunque el tiempo pase y ,
la canas grises y blancas,
acompañen al cuerpo endeble.
No temas aunque el tiempo pase
porque a tu lado no pasa,
y las horas se vuelven siglos,
cuando tus ojos miran los míos,
de pupilas
abiertas,
que azorados contemplan tu risa,
y tu
esencia.
No temas amarme,
como yo te amo,
pues la vida no entiende,
de desamores y
desdichas.
Solo comprende lo vivido,
como el agua,
que pasa bajo el puente,
como el suave soplo,
del viento a las flores,
como tu cuando me miras,
recordando nuestros años felices,
proyectando nuestra vejes,
de caminatas eternas,
de mojarnos con la ola espumosa
en la arena mojada de la mar,
en las costas que supimos adoptar,
para vivir el resto de nuestros dias,
y contemplar nuestra cosecha buena,
riendo y danzando,